En la localidad de Santa Blanca, al norte del departamento, se realizó este martes la última reunión con vecinos en el marco de la Gira Pueblo a Pueblo que se desarrolló a lo largo de cuatro jornadas en más de 30 localidades de todo el departamento. Las autoridades departamentales encabezadas por el Intendente Nicolás Olivera ratificaron su voluntad de escuchar planteos y disponer los recursos necesarios para fortalecer servicios, mejorar infraestructuras y multiplicar oportunidades de capacitación y esparcimiento.
“Poner la oreja”
«Como lo hemos hecho siempre durante estos cuatro años, la idea es venir, escuchar y también llevarnos algunos deberes», expresó en más de una oportunidad el Intendente, quien estuvo acompañado por el secretario general, Fermín Farinha y el resto de su equipo de gobierno, además de alcaldes, ediles y concejales.
En los últimos cuatro años las autoridades realizaron varias giras Pueblo a Pueblo. En esta oportunidad el intenso calor fue uno de los grandes protagonistas de cada jornada, pero no fue obstáculo para la celebración de cada encuentro, al aire libre o en un salón comunal. «Venimos a poner la oreja», comentó varias veces el Intendente.
En cada localidad, los vecinos plantearon sus inquietudes, destacaron logros y valoraron la oportunidad de dialogar cara a cara con las autoridades.
Olivera reconoció que gestionar un departamento implica avanzar en muchos aspectos, concretar logros y a la vez plantearse nuevos desafíos, de acuerdo a la disponibilidad de recursos y a las necesidades de la gente.
Las inquietudes de los vecinos giraron en torno a cuestiones como el mantenimiento de la caminería y de los espacios públicos, la iluminación y la necesidad de viviendas, así como la solicitud de cursos, actividades culturales, deportes y articulaciones con otros organismos.
Además de escuchar y disponer de las acciones necesarias para cumplir con estos planteos, las autoridades también señalaron hitos en la gestión departamental de los últimos años, referidos principalmente a recuperación y pavimentación de caminos, generación de planes Mevir y mejoramiento de la infraestructura, además de urbanización y regularización de poblados como La Cuchilla o la llegada del agua potable a Buricayupí y al pueblo viejo de El Eucalipto.
«Gente que hacía décadas que esperaba por algo tan esencial como el agua potable», enfatizó Olivera y recordó que las calles de casi todos los pueblos “hoy están con bitumen”.
“En pueblo La Cuchilla, que era un asentamiento, donde uno pasaba y se preguntaba cómo la gente podía seguir viviendo así, hoy cada uno tiene su casa”, recordó.
También refirió a la recientemente pavimentada ruta de acceso a Cañada del Pueblo, donde se invirtieron más de 2 millones de dólares para garantizar conectividad a los vecinos.
“Por supuesto que siempre hay cosas que están arriba del tapete en cuanto a las necesidades. Una de ellas es la vialidad, la caminería, donde se da una suerte de hacer y deshacer, porque estamos en una zona maderera, con camiones muy cargados, con época de zafra”, añadió el Intendente respecto a la situación de zonas forestadas y a la necesidad de controlar el debido uso de caminos cuyo mantenimiento demanda muchos recursos económicos.
También recordó otras acciones que la Intendencia, en coordinación con alcaldías y juntas locales, lleva adelante para mejorar la calidad de vida de la gente, desde propuestas formativas hasta deportes y actividades específicamente dirigidas a los adultos mayores.
Los vecinos tienen la palabra
En cada localidad, en cada encuentro, las autoridades hicieron explícita su voluntad de escuchar y, en la medida de las posibilidades, establecer nuevos acuerdos y compromisos para seguir avanzando en el mejoramiento de la calidad de vida de los vecinos.
Luego de la reunión en Morató, uno de sus vecinos, Néstor Barcos, aseguró que «un 90 por ciento de la población» del pueblo «está conforme con la gestión» del Gobierno Departamental en los últimos cuatro años, «porque se ha avanzado como población».
Barco destacó la construcción de viviendas, la bituminización de calles y el reforzamiento de las redes de alumbrado.
«Como población estamos contentos, porque se han golpeado las puertas y sentimos que se ha respondido muy bien», destacó.
«Yo hallo el pueblo más lindo que nunca», aseguró por su parte un vecino de Estación Porvenir.
Recordó que el pueblo «nunca había tenido bitumen» ni tampoco se habían construido «tantas calzadas» en los caminos.
«Antes la gente tenía que pasar por adentro de la zanja», afirmó y explicó que también se ha reforzado el arbolado y se lleva a cabo un permanente mantenimiento de los predios, tanto en la zona de Estación Porvenir como en localidades aledañas.
En Arroyo Negro, Herman Dalmás, uno de sus más antiguos habitantes, comentó que la situación de la zona «va mejorando», ya que en los últimos tiempos «se acomodaron los caminos» y «se instaló luz en el balneario Paso de la Arena».
«En este periodo se hicieron todas las cosas que eran necesarias. Estamos muy conformes, destacó.
Luego de haber recorrido más de 30 localidades y finalizado el último encuentro en Santa Blanca, en jurisdicción de Chapicuy, las autoridades dieron por concluida la Gira Pueblo a Pueblo, en cuyo transcurso nuevamente se cumplió con el objetivo de interactuar con la gente, tomar contacto con sus necesidades y ratificar el compromiso de seguir trabajando coordinadamente en beneficio de los habitantes de todo el departamento.
