El Intendente Nicolás Olivera encabezó este miércoles en la sala “José Acquistapace” la presentación del proyecto arquitectónico de la futura Residencia Universitaria Paysandú, que estará emplazada en la zona costera, a resguardo de las inundaciones. El proyecto, financiado con el Fideicomiso Financiero Paysandú II, demandará una inversión de 5,5 millones de dólares y dará alojamiento a 140 estudiantes y docentes.
Seguir transformando la costa
A partir de lineamientos trazados por el Master Plan Borde Costero y en el marco del proyecto que también prevé la construcción de un Campus Universitario, Paysandú contará con una Residencia Universitaria con capacidad para 140 estudiantes y docentes, con una inversión de 5,5 millones de dólares.
La obra, que ya comenzó a ejecutarse, prevé la remodelación y resignificación del antiguo edificio de la Dirección de Vialidad y contará con espacios comunes, áreas de estudio, zonas de recreación y esparcimiento, además de comedor y sala zoom, entre otras instalaciones, en un marco natural dominado por el río Uruguay, con áreas parquizadas y vías seguras de acceso tanto para peatones como para vehículos.
En la presentación de esta tarde también participaron el secretario general, Fermín Farinha; el director general de Obras, Horacio Mársico y el director de la Unidad Técnica de Diseño y Proyectos, Diego Belvisi, así como las arquitectas Romina Paggi, Ana Russi y Marinés Arriola, responsables técnicas del proyecto.
“La obra ya comenzó”, expresó el Intendente al inicio de su intervención, haciendo referencia al inicio de los trabajos preliminares en el predio que ocupará la Residencia.
El proyecto -añadió- representa el cumplimiento de un compromiso asumido con la sociedad sanducera y con la Universidad de la República, con cuyas autoridades se acordó aportar el predio del Corralón Municipal para generar al Campus y también la construcción de una Residencia Universitaria para “recibir a todos los estudiantes que podamos, no solamente desde otros lugares sino también desde el interior del departamento”.
Respecto a la locación elegida, indicó que “siempre habrá gente que no está conforme” con proyectos de esta índole, pero al mismo tiempo esta disconformidad también profundiza y alienta el celo que debe comprometer el Gobierno Departamental “para que las cosas se hagan bien”.
Las previsiones técnicas del proyecto -añadió- dan plena garantía de que el edificio, incluso en tiempo de inundaciones, permanecerá operativo los 365 días del año, pero lo más relevante es que dará cobijo y espacio de actividad a muchos estudiantes.
“Esta zona se va a revalorizar, se va a resignificar, va a cobrar un esplendor que en muchísimos años nunca tuvo”, enfatizó Olivera y auguró la consolidación de una zona de intensa actividad, vinculada a la influencia de los estudiantes, con sus tareas de formación académica pero también de esparcimiento, de deporte y socialización.
Aseguró que el componente “virtuoso” de este gran proyecto también contempla la inminente relocalización de vecinos de la zona afincados en terrenos inundables, posibilitándose la recuperación al uso público de un gran espacio.
“No solamente recuperamos un lugar para que los muchachos vengan de todo el país, sino que sacamos familias que padecían las crecidas del río, cambiándoles la vida con una vivienda”, afirmó.
La transformación de toda la faja costera -indicó el Intendente- también incluye la obra que ya está en ejecución y abarca una amplia zona ubicada al norte del Obelisco, cuyos detalles se darán a conocer en los próximos días.
“Los muchachos van a vivir en un lugar nuevo, que además tiene muchísima historia y será remozado a los tiempos de hoy, aprovechando y valiéndonos de lo que fuimos, que nos hace ser lo que somos, para proyectarnos y hacer lo que queremos ser de nosotros”, subrayó el Intendente.
Edificio eficiente y conectado al entorno
Diego Belvisi en tanto, informó que las antiguas instalaciones de Vialidad y Alumbrado Público se convertirán en un centro tecnológico “dedicado a actividades académicas”, con una Residencia inserta en un espacio que permanecía “totalmente deshabitado y sin utilización”, pero que cuenta con todos los servicios.
Recordó que en la elaboración del proyecto se contempló el “valor patrimonial” de las instalaciones existentes y el posible impacto de las inundaciones, estableciéndose todas las condiciones técnicas para que el edificio esté operativo los 365 días del año, a resguardo de cualquier eventualidad.
Respecto a la propuesta arquitectónica, Paggi informó que “se buscó integrar un edificio con edificaciones de la ex Feria Internacional de 1964”, resignificándolo y recuperándolo, a lo cual se anexará una estructura de cinco plantas donde estarán las habitaciones para 140 estudiantes, además de salas de estudio.
Añadió que se hizo hincapié en “el tema ambiental”, con un modelo de eficiencia energética y de “convivencia con el río”, buscándose una sinergia con las instituciones deportivas ubicadas en el área.
“Habrá una zona de esparcimiento que tendrá un vínculo con la costa, también diseñada en cota 9,60. Además, todo el edificio existente se reacondiciona en una cota también no inundable”, subrayó y adelantó que el entorno contará con vegetación autóctona, apuntándose a certificaciones ambientales en cuanto al uso de energía.